Investigador Rodolfo Bächler: “Vivimos en una cultura que es negadora de las emociones”

El estallido social en Chile como un fenómeno emocional, las emociones en las relaciones interpersonales, en los movimientos sociales y en la educación, son aspectos que forman parte del análisis que hizo el académico, doctor en Psicología Educacional,  Rodolfo Bächler Silva, en un nuevo capítulo de Conciencia Activa.

El investigador de la Universidad Mayor afirmó que “vivimos en una cultura que es negadora de las emociones”, donde se entiende al ser humano como un ser pensante, racional, que toma decisiones de manera consciente, pero no es así. 

Somos mucho más emocionalesTomamos decisiones de manera intuitiva y son muy pocos los momentos que actuamos con esa racionalidad que lo que la gente cree”, expresó Bächler.

Aseguró que una de esas emociones es la rabia, pero se tiene la creencia que es “una conducta desatada, violenta, agresiva. La rabia es eso en algunos pocos casos, pero no.  En la vida cotidiana experimentamos esa rabia en muchos momentos, con una intensidad más baja y esa rabia nos moviliza y nos lleva a hacer cosas”.

En esa línea, el investigador afirmó que vivimos en un modelo económico que le conviene que “estemos todo el tiempo felices y contentos o tratando de convencernos que estamos felices y contentos y de esa manera no cambiamos nada”.

Un ejemplo de eso, dijo, fue el movimiento de los Indignados en España, donde, desde la rabia surgieron los cambios. “Desde cualquier emoción pueden surgir cosas muy hermosas, pero también puede surgir destrucción, agresividad, parálisis. El problema no es la emoción, sino la conducta que se despliega a partir de esa emoción”, expresó.

En el caso de nuestro país, Bächler se refirió al estudio que se realizó sobre las emociones en el contexto de la revuelta social del 2019, que demostró que “no todo el mundo estaba en desacuerdo con la violencia”, que era un movimiento feminista y que era un fenómeno de características emocionales, sin una ideolgía detrás del estallido, sino “rabia y entusiasmo”.

 Por un lado, existía mucha molestia, mucha sensación de injusticia y por otro lado, la expectativa de que todo pudiera cambiar. Es decir, “diferentes emociones contradictorias, al mismo tiempo”, señaló el investigador.

Transcurrido casi 6 años del estallido social, el académico afirmó que “no nos hemos hecho cargo de la rabia, de las injusticias. Quisimos dar una respuesta de características ideológicas y esa respuesta, obviamente satisfacía a una parte de la población, pero a otra no y por lo  tanto, el problema sigue ahí completamente latente. Creo que si se dan cuatro o cinco variables que pueden entrar en la juguera de la explosión, estamos en riesgo de que en cualquier minuto algo así pueda volver a ocurrir”.

Otra de las aristas que abordó el académico, fueron las emociones y la educación. Al respecto destacó que “la educación es un fenómeno intrínsecamente humano, relacional y emocional y ocurre de una manera mucho más intuitiva de lo que creemos. Por tanto, la formación emocional de los profesores para estar claros, para estar limpios, para leer las emociones de los estudiantes, es muy importante”.

Precisó que hay muchas condiciones del sistema educacional que desvirtúan la esencia del fenómeno educativo, que es emocional, como por ejemplo, la cantidad de estudiantes en una sala de clases. Se suman a ello, las políticas educativas que proponen objetivos medibles, con pruebas estandarizadas, lo que lleva a los docentes a cumplir un rol que va en contra de lo que ellos sienten y piensan respecto de la educación.

De ahí la importancia de respetar la labor docente y dejarlos maniobrar con mucha más libertad, ya que están muy regulados por condiciones que están fuera de las salas de clases, destacó.

Puntualizó que por ello toma relevancia la formación inicial, porque “hay un problema que radica en la formación inicial docente y es ahí donde hay que poner mucha investigación y dinero en mejorar, en comprender,  cómo formar a nuestros futuros profesores y luego invertir en eso”.

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