La baja sindicalización existente en el país, es parte de la herencia del plan laboral heredado de la dictadura de Augusto Pinochet, según estimó el abogado laboralista y de derechos humanos, Miguel Yáñez, en un nuevo capítulo de Conciencia Activa.
El profesional abordó la situación del actual mercado laboral, las dificultades que enfrentan las y los trabajadores para sindicalizarse, los bajos niveles de negociación colectiva, los problemas con el multiRut, los despidos injustificados y los largos juicios laborales, entre otros aspectos.
Este año se conoció la X Encuesta Laboral (ENCLA) 2023 realizada por la Dirección del Trabajo (DT) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que dio cuenta que sólo cerca de un 20 por ciento de las y los trabajadores pertenecen a una organización sindical.
Según el estudio “el 19,9% de los trabajadores/as están afiliados/as a una organización sindical. Este valor es del 20,2% en mujeres, y del 19,6% en hombres”.
En opinión de Yáñez, el bajo número de trabajadores/as sindicalizados en el país, es “una herencia del programa laboral de (Augusto) Pinochet de los años 80 donde se destruyeron los sindicatos y se quiso criminalizar a los que formaban parte de los sindicatos de la CUT y esa transformación cultural del trabajador y trabajadora influyó en los años 90, para no estar sindicalizado como uno quisiera”.
“El sindicalismo, la organización sindical, es un contrapeso para el empleador, en el buen sentido de la palabra, porque una persona individual no tiene el mismo poder negociador que un sindicato, son dos fuerzas distintas”, precisó.
El profesional destacó la importancia que tienen los sindicatos para alcanzar una equidad en el mercado laboral, ya que les permite “poder negociar mejores derechos y remuneraciones” para sus afiliados, lo que permitirá que las y los trabajadores se sientan más seguros en sus lugares de trabajo. Al mismo tiempo, los empresarios que cuenten con sindicatos fuertes, van a poder mejorar su producción.
Por otro lado, Yáñez se refirió a los procesos judiciales que enfrentan los trabajadores por diversos motivos, como despidos injustificados, no pago de remuneraciones e imposiciones, etc.
Al respecto, indicó que actualmente se están produciendo situaciones graves en los tribunales del trabajo, porque si bien un juicio dura entre 3 y 4 meses, las sentencias no se cumplen de acuerdo a los plazos legales y “un trabajador necesita una justicia en un tiempo razonable, que lo determina el Código del Trabajo” que, al no entregar los fallos en los tiempos necesarios, “se transforma en una negación de justicia”, precisó.
Finalmente, abogado también se refirió a las violaciones a los derechos humanos durante el gobierno de Sebastián Piñera en la entrevista que puede seguir aquí….