“La idea de pensar Palestina como un paradigma, significa que Palestina puede ser entendida como el lugar donde se concentran de manera aguda las cuestiones que están ocurriendo en el mundo”, destacó el académico del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile, Mauricio Amar, sobre el libro que reflexiona sobre los efectos que en el mundo está generando el genocidio en Gaza.
En conversación con Conciencia Activa, el autor del libro “El Paradigma Palestina. Sionismo, colonización y resistencias” destacó que el texto es una invitación para que los lectores “piensen qué cosas de Palestina hay también en sus propios espacios”.
En esa línea destacó que, en el caso de nuestro país, “aquí también hay carreteras segregadas, hay muros que levantan en los barrios altos, hay cámaras de vigilancia que están rodeándonos constantemente”.
Por ello, Amar dijo que todo eso lleva a la construcción de la “paranoia de los Estados” donde “empiezan la fascistización y piensan que todo se resuelve con el problema de la seguridad y no con el bienestar y no con los afectos, con la idea de crear sociedades en las que vivamos de manera afectuosa”.
En este contexto, Amar se refirió a la situación del pueblo palestino y el exterminio que se vive en Gaza.
Explicó que “quienes llevan adelante el proyecto de colonización de palestina son personas de religión judía, que pertenecen a la tradición occidental, es decir, colonos europeos que no tienen ningún tipo de vínculo con los antiguos israelitas o judíos que vivían en Palestina”.
En ese sentido, precisó que “el sionismo no es un proyecto religioso como tal, sino que surge en colectividades europeas de origen judío, de familias de tradiciones judías muy antiguas, pero que reivindicaban el laicismo. No nace como un proyecto religioso”.
Sin embargo, dijo, “a través del proceso de colonización de Palestina y una vez que el holocausto aparece en el horizonte como el exterminio de los judíos en Europa, mucha población judía religiosa se ve obligada a salir de manera desesperada y muchos se asientan en Palestina, dado que el sionismo les ofrecía un espacio donde llegar”.
Asimismo, dijo que es en estas comunidades donde el sionismo se transforma y aparece la idea que Israel es la tierra prometida. “Ahí hay un parecido con el proyecto del fascismo en el sentido que el sionismo planea que hay un pueblo elegido, como había una raza pura aria de los nazis, con un espacio vital, tal como defendían los nazis, con un Israel que no tiene fronteras definidas”, precisó.
Amar agregó que esto de la idea del pueblo elegido o tierra prometida, se traduce en la creación de leyes “que van indicando la supremacía racial de los judíos por el resto de la población”.
El experto hizo hincapié en que los crímenes contra los pueblos desde de la Segunda Guerra Mundial y después de la invasión de EEUU a Irak, dan cuenta “que el mundo contemporáneo nunca eliminó ciertos componentes fundamentales del fascismo (…) la única manera de romper con el fascismo es crear espacios en que los humanos nos sintamos seguros”.