La adopción irregular o apropiación de niños y niñas recién nacidas fue una práctica sistemática, una vulneración de los derechos humanos, donde participaron “agentes del Estado” y por tanto, es un crimen de lesa humanidad.
Esta es la convicción de Marisol Rodríguez, una de las fundadoras de la fundación Hijos y Madres del Silencio (HMS), entidad que tiene como propósito reunir a personas con sus familias de origen que fueron separados ilegalmente por agentes del Estado y organismos públicos.
En conversación con Conciencia Activa, Rodríguez abordó el proceso de búsqueda de más de 20 mil niños y niñas que fueron apropiados y dados en adopción en el extranjero, hechos registrados, en su mayoría, durante la dictadura civil y militar.
En el proceso de apropiación de bebés participaron médicos, enfermeras, asistentes sociales, jueces, personal del registro civil y la PDI, que permitía la salida al extranjero de los menores robados.
Si bien las “adopciones irregulares” tienen registro desde los años 1960 al 2000, “no se puede desconocer que durante la dictadura hay un peak grande, hay una cantidad inmensa. Creo que el 80 por ciento de los niños que se buscan salieron en tiempos de dictadura, sobre todo hacia el extranjero”, aseguró Rodríguez.
Agregó que eran tiempos en que las madres, la mayoría vulnerables, llegaban a los hospitales a tener a sus hijos, pero les aseguraron que sus bebés habían fallecido y nunca entregaron sus cuerpos. “En los hospitales de Chile, las madres llegaban hasta la puerta acompañadas y adentro no se sabía qué pasaba. La mayoría eran menores de edad, analfabetas o madres solteras, pero también había familias bien constituidas”, precisó.
Rodríguez afirmó que se trató de una práctica sistemática, como ocurrió en los hospitales J.J. Aguirre y San José, donde no existen los antecedentes de esos partos, pero que 40 años después aparecen los niños/as, hoy hombres o mujeres, vivos. La mayoría vendidos al extranjero, entre 3 y 30 millones de pesos.
La dirigenta de HMS indicó que en esta permanente búsqueda, constataron que muchas de esas las madres cuando hicieron el trámite para cobrar el bono por hijo, descubrieron que sus hijos estaban vivos y por otro lado, esos “niños/niñas” se dieron cuenta que nunca fueron abandonados.
En el proceso judicial iniciado por los tribunales de justicia a partir de estas denuncias, la Corte Suprema estimó que unas 20 mil familias fueron afectadas por el tráfico de niños para las adopciones forzadas hacia el extranjero. En Suecia fueron adoptados 2.200 menores; en Italia 500, sólo en la isla de Cerdeña; en Dinamarca, 111; en Francia, 1706; en Noruega, 310 y en Holanda; 100. También existen registro de niños/as llevados a Estados Unidos.
En el año 2019 se creó una comisión investigadora de la Cámara de Diputadas y Diputados que determinó que hubo responsabilidad de los organismos públicos en la adopción de cientos de niños y niñas de manera irregular y que se trató de violaciones a los derechos humanos.
Este viernes 21 y sábado 22 de marzo, a partir de las 10 horas, la fundación HMS realizará el V Congreso Internacional sobre tráfico de niños/as en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.