El libro “Todo lo que tenías que hacer”, del periodista Tomás García Álvarez, Alquimia Ediciones, recoge las experiencias de 7 mujeres que asumen un rol importante en la resistencia a la dictadura.
Estas mujeres, con mucha valentía, se suman a la lucha antidictatorial desde un lugar poco conocido. Su papel fue asumir la protección de los perseguidos por el régimen y para ello, no dudan en poner en tensión todo su entorno.
Son madres, trabajadoras, profesionales, desde Arica a Chiloé, que se involucran en acciones motivadas por la solidaridad, con un fuerte compromiso político para proteger a los luchadores sociales.
“Las mujeres ayudistas tienen que ver con el rol invisibilizado que fui encontrando a lo largo de distintas investigaciones, de estas personas que suelen estar en los márgenes y que considero que son esenciales para que otras cosas ocurran”, comenta el escritor en conversación con Conciencia Activa.
En esta investigación periodística, el autor parte del hecho que las estructuras partidarias de la resistencia tienen un componente integrado mayoritariamente por hombres. Por ello, destaca que la historia de siete mujeres, que si bien no son parte de la estructura partidaria, “sí forman parte de un aparato de resistencia y sus figuras me parecían interesantes para sacarlas de ahí y ponerlas en valor”.
En el libro, el escritor trata de resaltar que “todas las acciones que hubieran emprendido las mujeres estuvieran motivadas por la solidaridad, la humanidad, sin olvidar su componente político, pero no necesariamente con esa instrucción de por medio (de los partidos políticos)”, indicó.
Conocer la historia de estas mujeres le ayudó al autor, “conocer la dictadura desde otro lugar. La conocía desde investigaciones periodísticas, judiciales, que me otorgaron una dimensión general respecto de lo que había sido la maquinaria del exterminio y en particular, en cómo lo habían vivido distintos militantes, mujeres, hombres. Por otro lado, desde los partidos políticos que han construido sus testimonios en los últimos tiempos, pero este libro me permitió conocer la dictadura de ese lugar que para mí era desconocido, lo micro. En la maquinaria las mujeres eran ese engranaje para que toda esa pieza se moviera y la resistencia pudiera tener un movimiento”.
El profesional afirmó que llegar a este libro, estuvo motivado por la necesidad de tener otras perspectiva y porque “mirar el proceso de la dictadura, es también poder entender el país en el que vivimos (…) el hecho que no hayamos cerrado de buena forma ese período llegada la democracia, entendiendo en perseguir a quienes cometieron atrocidades en contra de sus mismos compatriotas y que todavía haya silencio, que no sepamos dónde están muchos detenidos desaparecidos, me permite acercarme a ese Chile en el que vivimos”.
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